La observación de planetas como Júpiter, Saturno y en menor medida Marte y Venus
es una de las actividades más placenteras e interesantes que un astrónomo aficionado puede realizar.
La mayoría de programas de observación que podemos hacer son relativamente sencillos,
además de no necesitar grandes telescopios ni cielos excesivamente oscuros.
Seguir las modificaciones de la superficie marciana, cronometrar los eclipses de los satélites
galileanos de Júpiter, observar los cambios en la atmósfera de Saturno o comprobar si un asteroide
oculta a una estrella son algunos de los trabajos que podemos realizar. Además, los datos que
obtengamos pueden ser utilizados en programas internacionales y servirán para mejorar y hacer más
precisas algunas efemérides planetarias.