14 de abril del 2004. Es una fecha que quedará grabada en mi memoria por mucho tiempo a causa de varios motivos. El primero era que en esos días estaba cumpliendo el viaje de mis sueños, ir a Rusia, más concretamente a la diferente y maravillosa Moscú. El 14 de abril resultó ser el día Nacional de la Cosmonáutica allí en Rusia y como mi pasión es la astronomía hablé con la compañera que estaba organizando el viaje, a la que quiero dar las gracias por el maravilloso viaje que nos preparó; gracias Cristina. La cuestión es que cerca de Moscú se encuentra el Museo del Cosmos al que yo quería ir y ella finalmente consiguió que en el viaje se incluyera una visita a este inaccesible museo.
El museo se encuentra en una ciudad dormitorio cercana a Moscú llamada Koroliev. Koroliev dedica su nombre al ingeniero que hizo posible la carrera espacial rusa con sus diseños de cohetes y dado que en esta ciudad se encuentra el centro de producción de los mismos, el nombre es de lo más adecuado. Koroliev se encontró en el 56 al frente del germen de lo que hoy día es “Energía”, en aquella época una empresa estatal que desde aquel entonces dirigiría los designios de la cosmonáutica soviética y rusa después. Y digo esto porque después de la caída del régimen soviético y la llegada del capitalismo a esas tierras Energía se convirtió en una empresa privada. Desconozco si el Museo del Cosmos es anterior o posterior a dicha privatización pero sé que al encontrarse en medio de las instalaciones de la empresa y el excesivo celo de esta con sus secretos ha hecho que fuéramos los primeros turistas extranjeros en visitar el lugar en los últimos 5 años. A esto ayudó la gestión de mi amiga Cristina, y también la agencia Club 5 Estrellas junto al abundante papeleo que tuvieron que hacer. Energía solicitó los pasaportes y visados de todos los que íbamos a ir de antemano y éramos un total de 164 personas. Después de salvar este importante escollo, tal vez ayudados por que el día que solicitábamos la visita era una fiesta importante para dicho lugar y abría sus puertas a los ciudadanos rusos accedieron a que unos extranjeros entraran en su recinto.
Hasta que no entráramos en la enorme nave que contenía el museo teníamos prohibido sacar fotos pero una vez dentro pudimos desquitarnos con todo el material que allí había. Como éramos mucha gente y estábamos distribuidos en cuatro autobuses entramos a distintas horas para no llenar el lugar que no era excesivamente grande. En nuestro turno, poco antes de la hora de comer no vimos a ningún visitante, y desconozco si en los otros turnos vieron a alguna persona visitando el lugar. Nosotros fuimos llevados por las instalaciones por una guía que fue la que nos explicó en ruso los contenidos del museo uno por uno mientras Andrei, nuestro guía, se encargaba de traducirlos al español.
Yo estaba como en una nube. Al entrar en el museo ya que éramos recibidos por una reconstrucción del Sputnik-1 a tamaño real que descansaba justo sobre nuestras cabezas. La visita duró algo más de media hora pero fueron los instantes que más disfrute en un viaje repleto de maravillosos momentos. Vimos desde prototipos a modelos gemelos a los que surcaron el espacio pasando por algunas maquetas y entrados ya en la carrera espacial, cuando ya era posible el lanzamiento de cosmonautas y su retorno a la Tierra, algunos de los módulos de reentrada que habían estado allí afuera y partes de las primeras estaciones espaciales que los rusos tuvieron en órbita así como algunos de los más potentes cohetes espaciales que la empresa ha realizado a lo largo de los años.
En la época en que la Unión Soviética comenzó a investigar en el campo de los cohetes, allá por la primavera del año 1946, recién acabada la Segunda Guerra Mundial, cuando americanos y soviéticos se habían repartido los conocimientos alemanes en este campo, todo el trabajo iba dirigido a la consecución de misiles balísticos de largo alcance. De ello se encargaba el KB. En 1956 el General Sergei Koroliev fue el que se encontró al mando de todo. En esas fechas fue cuando apareció el OKB-1, una organización independiente que lideraba Koroliev y que acabaría convirtiéndose, con el paso de los años, en la actual Energía. Koroliev orientó las investigaciones de este equipo al desarrollo de programas de exploración espacial. Con ello por primera vez alguien iba a tratar las leyes que rigen el exterior de nuestra atmósfera terrestre para comprobar la posibilidad de explorar el espacio. El exitoso lanzamiento del R-7, el primer misil balístico intercontinental en 1957 abrió las puertas a esta exploración espacial utilizando modificaciones del mismo misil. Esto ocurrió el 21 de Agosto y el 4 de Octubre del mismo año se produjo ya el lanzamiento del primer satélite artificial una pequeña esfera con antenas de 83.6kg llamada Sputnik (Satélite). Los logros soviéticos con la experimentación de los efectos del vacío en los seres vivos, primero en animales como con la perra Laika en el segundo Sputnik, más conocido como EAS-2, fueron los que permitieron que pronto un hombre estuviera dando vueltas a la Tierra. Esto ocurrió el 12 de Abril de 1961 cuando Yuri Gagarin a bordo del Vostok salió al espacio y regresó para contarlo. Esta sucesión de éxitos de los soviéticos fue la que provocó que los americanos reaccionaran y se pusieran manos a la obra en la carrera espacial que se convirtió en una demostración de fuerza en el periodo de la Guerra Fría entre las dos superpotencias; pero eso ya es otra historia.
En nuestro recorrido por el museo, después de ver una serie de pequeñas maquetas de planeadores y de los primeros modelos de aviones a reacción con los que los rusos experimentaron se nos muestra el Sputnik. En las siguientes fotos podemos verlo de diversas formas ya que había un modelo abierto para que contempláramos su interior y otro cerrado para que lo viéramos tal y como era el original que giró alrededor de la Tierra.

Aquí podemos ver el interior del Sputnik que era una esfera de metal de 83.6kg. Fue lanzado por un cohete R-7 el 4 de Octubre de 1957 y giró sobre la Tierra en una órbita con apogeo de 947km. y perigeo de solo 228km. durante un total de 92 días

Prototipo del modelo del Sputnik que giró en torno a la Tierra

El R-7 que situó al Sputnik en órbita fue todo un logro de la investigación soviética en el campo de los misiles y que acertadamente Koroliev aplicó al reconocimiento del exterior de nuestro planeta. Fue el primer cohete del mundo capaz de realizar un ataque nuclear potencial en territorio enemigo. Aquí vemos las toberas de uno de las etapas del cohete R-7. El R-7 utilizado para la investigación espacial disponía de cinco conjuntos de toberas como este que vemos en la foto
Sólo un mes después, el 3 de Noviembre de 1957 se lanzó el segundo satélite artificial. El aumento considerable de masa hasta los 508.3kg. de carga útil y la incorporación del primer ser vivo, la perra Laika fueron lo más destacado. Se intentaba averiguar si los seres vivos podían aguantar las condiciones del espacio y el experimento fue todo un éxito pero por desgracia el satélite no era recuperable y el animal murió. Según nos contó la guía, Laika fue sacrificada mediante una inyección letal para que no sufriera una agónica muerte sin alimento ni agua pero cada uno puede tener su opinión al respecto de si llevaron a cabo ese procedimiento.

Aquí vemos al modelo gemelo del EAS-2, a bordo del cual voló la perra Laika. En estas fechas los rusos desarrollaban dos satélites iguales para reducir riesgos, saber por que se podía haber producido algún fallo, etc. Este que aquí vemos tiene una reproducción de la perrita Laika, por supuesto no es la original ya que esta no fue recuperada
El tercer EAS aumento aún más en peso ya que disponía de una carga útil de 1327kg. Este satélite lanzado en Mayo de 1958 fue el primer laboratorio espacial ya que contaba con equipo científico para realizar mediciones en el espacio.
Los éxitos obtenidos por estos primeros satélites artificiales animaron a los rusos a continuar sus investigaciones. Deseaban investigar la Luna y los planetas del Sistema Solar y para ello se necesitaba unas estaciones interplanetarias más desarrolladas y que además pudieran autopropulsarse para escapar de la influencia terrestre. Para ello era necesario superar la velocidad de escape que es algo más de 11km/s. La única forma de conseguirlo era que además del cohete que ponía al satélite en órbita como hasta ahora, el R-7, la carga útil debía de añadir a la estación propiamente dicha un sistema de propulsión que le permitiera dirigirse a su destino. Este nuevo sistema de propulsión significaba una etapa más en el cohete y por lo tanto un incremento considerable de la velocidad final obtenida con lo que la estación podía escapar de la Tierra y dirigirse a su destino.
Primeramente este destino fue la Luna. Una serie de Estaciones Interplanetarias y de Estaciones Interplanetarias Automáticas fueron lanzadas con el nombre de Luna. El Luna-1 fue lanzado el 2 de Enero de 1959 por un cohete R-7 de tres etapas, una más de las que hasta esa misión se habían usado. El Luna-2 partió unos meses después, en Septiembre, y lanzó sobre la superficie lunar unas muestras del poderío soviético, cosas de la Guerra Fría. Con ello los rusos marcaban su territorio dando a entender que este grandioso logro científico era todavía más importante en el ámbito político. El Luna-3 fue la primera estación interplanetaria automática que sobrevoló la Luna fotografiando su cara oculta. Los rusos fueron los primeros en poder ver la cara de la Luna que nunca antes había podido ver ningún humano, aquella que siempre se encuentra oculta a nuestras miradas desde la Tierra. El Luna-3 fue lanzado el 14 de Octubre de 1959.

El EAS-3, tercer satélite artificial que giró en torno a la Tierra y que fue lanzado el 15 de Mayo de 1958. Como se puede apreciar, los materiales de la carcasa exterior no parecen nada consistentes para un viaje por el espacio pero nuevamente la misión fue un éxito demostrando el buen hacer de Koroliev y su equipo.

Prototipo gemelo del Luna-2, lanzó sobre la superficie lunar unas insignias de apariencia de balones de fútbol de unos 12cm. de diámetro en las que se podía ver el escudo de la Unión Soviética y las siglas CCCP así como la fecha de la misión, Septiembre de 1959.

La primera estación interplanetaria automática, llamada Luna-3 obtuvo un enorme éxito al fotografiar la cara oculta de la Luna, hasta entonces desconocida. Realizando esta operación estuvo solo 40 minutos.
A la vez que se seguía el programa de investigación de la Luna aparecieron otros programas todavía más ambiciosos. Ir a visitar nuestro satélite era complicado pero ¿qué decir si se intenta llegar a los planetas más cercanos a la Tierra como son Venus y Marte? Los rusos pusieron su empeño en hacer posibles estas otras vías de investigación pero no dejaron de lado las misiones Luna y el Luna-9 que despegó de la Tierra el 31 de Enero de 1966 nos permitió ver las primeras imágenes de la superficie lunar por televisión tras un suave aterrizaje.
A partir de 1960 y usando el mismo cohete R-7 con algunas modificaciones adicionales se lanzaron las primeras misiones a Marte y Venus. El 10 de Octubre fue el turno de Marte, pero este tendría que esperar puesto que un fallo en una de las fases del cohete impidió que la sonda fuera puesta, tan siquiera, en órbita alrededor de la Tierra. En Febrero de 1961 fue el turno de Venus con la Venera-1 que pasó a una distancia de 100000km. del planeta, un buen primer acercamiento pero era necesario algo mejor. Tras realizar estudios sobre como llevar a cabo las misiones a estos planetas con mayor éxito se acabó creando el Mars-1 que despegó el 1 de Noviembre de 1962 con una carga útil de 893.5kg. pero debido a un nuevo fallo la misión fracasó. El siguiente modelo también se malogró y luego vinieron el Zond-3 a Marte, y los Venera-2 y 3 a Venus entre 1965 y 1966. Estas tres misiones sí fueron un éxito, permitiendo obtener un buen número de conclusiones científicas como el límite de la atmósfera terrestre, clarificar el papel de un cambio en el campo magnético del sistema solar y echar un primer vistazo a la atmósfera de los planetas explorados.

Imagen del prototipo de la Venera-2. Mucho más completa que su predecesora y bastante similar a la Venera-3. Esta última dejó en Venus una insignia con el escudo soviético, un pequeño globo terráqueo y una insignia con la situación de los planetas interiores del Sistema Solar y el nombre y fecha de la misión.
Mientras todo esto había seguido avanzando había otra rama de investigación que también estaba dando sus frutos. Siguiendo con la experimentación de la falta de gravedad y la estancia en el espacio en seres vivos se pusieron en órbita varios aparatos más. El hombre que supervisaba, desde Septiembre del 58, esta rama de estudio era M. K. Tikhonravov.
Las misiones en las que se experimentaron con animales, antes de dar el paso a lanzar el primer hombre al espacio, se sucedieron y así fue como los perros Chaika y Lisichka fueron al espacio el 19 de Agosto de 1960, Belka y Strelka el 1 de Diciembre, Shutka y Cometa el 22 de Diciembre, Chernuska el 9 de Marzo de 1961 y Zvezdochka el 25 del mismo mes. También se utilizaron maniquíes para comprobar la dureza del viaje sobre el frágil cuerpo humano como hoy en día se realiza en las pruebas de seguridad de los coches. Lógicamente no tardaron en aparecer algunos accidentes que hicieron que el programa se interrumpiera dos veces: en Julio y Diciembre del 60. Además el vuelo del satélite del 22 de Diciembre del 60 solo llego a una zona suborbital por lo que se tuvo que analizar y eliminar todos los fallos acontecidos.
Tras todo este desarrollo llegó el momento de poner en marcha la fase definitiva de esta investigación. Se preparó para un lanzamiento inmediato una nave que sería tripulada por un humano que después de estar en órbita regresaría a la Tierra. El elegido para pasar a formar parte de las páginas de la historia sería Yuri Gagarin que fue lanzado en el vehículo espacial llamado Vostok el 12 de Abril de 1961. La nave de 4725kg. fue puesta en una órbita de perigeo 181km. y apogeo 327km. por un cohete R-7 modificado de tres etapas. El Vostok estaba formado por un módulo de descenso, en el que Gagarin regresaría a la Tierra, de forma esférica con 2.3 metros de diámetro y 2.46 toneladas y un módulo de instrumentación bicónico de diámetro máximo 2.5 metros y 2265kg. de peso que contaba con un sistema de propulsión utilizable para el frenado de la nave y así colocarla en la órbita y después en la reentrada adecuada diseñado por Isaev del KB. Una vez llegó el momento de regresar se produjo el desacoplamiento de los módulos y el módulo de descenso siguió una órbita balística para aproximarse a la Tierra y cuando se encontraba a sólo 7km. Gagarin se eyecto con su asiento desde el módulo para caer suavemente a Tierra gracias a un paracaídas.

Aquí tenemos el módulo de descenso del Vostok-1 así como el traje que usó Yuri Gagarin en el viaje. Como podemos ver, este primer traje no da una muy buena impresión pero hay que tener en cuenta que no estaba diseñado para un paseo espacial sino solamente para el interior de la nave. En el interior Gagarin iba totalmente recostado con las piernas un poco arqueadas en una posición bastante cómoda. Por supuesto se han sustituido las compuestas del módulo por ese cristal para que pudiésemos ver el interior del mismo. Se trata de un espacio verdaderamente reducido. Las personas que aparecen a la izquierda son nuestro guía Andrei y la guía del museo.

Aquí se puede apreciar una reconstrucción del Vostok-1 al completo, el módulo de descenso es la esfera metálica de arriba y debajo está el módulo de instrumentación.
Tras el éxito de la misión de Gagarin el 6 de Agosto del 61 partió el Vostok-2 con el cosmonauta Titov en su interior que permaneció un día entero en el espacio. El programa Vostok incluyó seis naves, el Vostok-6 fue pilotado por la primera mujer cosmonauta llamada Valentina Tereshkova.

El método de selección de los cosmonautas rusos pasaba entre otras cosas por que estos fueran muy bajitos. Pudimos comprobar esto gracias al traje de Gagarin y a que los módulos de descenso que logramos ver en el museo tenían un espacio interior muy reducido ya que cualquier peso extra resulta extremadamente costoso de poner en órbita. Además se nos permitió entrar en un módulo de descenso para tres tripulantes, ¡el Voskhod-1 que estuvo en el espacio y realizó la reentrada a nuestra atmósfera! y el espacio era muy reducido con los asientos tan pequeños que yo, que no soy alto, sacaba casi toda la cabeza del reposacabezas y alguno de mis compañeros ni siquiera la podían apoyar. Aquí tenéis una imagen sacada desde el ojo de buey de la entrada a los que nos encontramos en el interior; yo soy el que está en medio.

Aquí se puede apreciar otro de los módulos de descenso de que disponía el museo. Podemos ver claramente las huellas dejadas por nuestra atmósfera en su superficie. El desgaste producido dejaba la superficie bastante porosa y con ese aspecto oxidado y viejo que presenta en la foto. El hombre de la fotografía sobre el módulo es Sergei Koroliev.
La experiencia acumulada en el desarrollo del Vostok permitió el paso a la siguiente fase, la creación del Voskhod con tres tripulantes lanzado el 12 de Octubre de 1964 y el Voskhod-2 con dos tripulantes el 18 de Marzo del 65. En este último iba Leonov, que fue el primero en realizar un paseo espacial por fuera de la nave. Otro éxito que se apuntaron los soviéticos en la ya comenzada carrera espacial contra los americanos.

Aquí podemos disfrutar de una reproducción de la salida del cosmonauta Leonov del Voskhod-2 para dar el primer paseo espacial de la historia. Bajo el se encuentra una reconstrucción completa de su nave.
Desde 1957 se comenzaron a desarrollar las naves automáticas Zenit que tenían como misión fotografiar la Tierra desde el espacio. Así pues el Zenit-2 fue lanzado en Noviembre del 61, en pleno desarrollo del programa Vostok, pero fue un fracaso a causa de un accidente del cohete que la iba a transportar pero el lanzamiento que se produjo el 26 de Abril del 62 fue un éxito y la nave regresó tres días después a la Tierra. El programa después de la Zenit-4 pasó a una subsidiaria del KB dirigida por D. I. Kozlov.
Otra rama de investigación fue la de los satélites de comunicaciones. Los principales problemas eran los de la orientación del satélite y el abastecimiento de energía a los sistemas que requerían para funcionar. Todo esto fue solucionado para que el 23 de Abril de 1965 se lanzara el primer satélite de comunicaciones a una órbita elíptica en torno a la Tierra, se trataba del Molniya-1. En el 68 ya disponían de un sistema de tres satélites que les permitían una comunicación las 24 horas. Después de esto, como ocurrió con las otras ramas de investigación, se hizo cargo de esta una división del KB dirigida por M. F. Reshetnev que era compañero de Koroliev.

Este tocho de metal es el Molniya-1, el primer satélite de comunicaciones soviético. Disponía de unos enormes brazos con paneles solares para proporcionarle energía. Aquí se ven totalmente plegados
Los Electrón, llegaron hasta el número cuatro, eran unas naves que incluían dos satélites: el E-1 y el E-2 que sirvieron, una vez puestos en órbita, para determinar la utilidad y eficacia de los Cinturones de Van Allen. El primer par de satélites fue lanzado en Enero de 1964 y el segundo en Julio.
La investigación en cohetes siguió su curso ya que el R-7 incluso con sus modificaciones había llegado a su límite y era necesario otro cohete más potente para dar un impulso a la investigación del sistema solar. Así pues se desarrollaron cohetes como el R-9 que usaba oxígeno líquido y queroseno como combustibles o el N-1 que fue el predecesor del que finalmente se construyó para los siguientes lanzamientos, el llamado N-11 que constaba de hasta cuatro etapas formadas por unos potentes cohetes.
En Mayo de 1961 comenzó oficialmente la carrera espacial cuando Kennedy prometió que Estados Unidos llevaría al hombre a la Luna antes de que acabara la década. En 1964 el Koroliev KB recibió la orden del gobierno de desarrollar un programa similar pero la hipotética ventaja que los soviéticos tenían en la carrera espacial se había visto compensada en ese tiempo por que los americanos que se habían puesto a desarrollar directamente el plan para ir a la Luna.
Se estudió la posibilidad de aumentar la carga útil del N1 de las 75 toneladas iniciales que era capaz de poner en órbita a 90 e incluso 95 toneladas. Para ello se añadieron seis motores adicionales en la parte central de la primera etapa con lo que se aumento la masa de lanzamiento de 2200 a 2820 toneladas.
Coincidiendo con el programa lunar se estaba desarrollando las naves espaciales de segunda generación llamadas Soyuz y que estaban en desarrollo desde 1962. La Soyuz, cuando finalizó su desarrollo constaba de cuatro partes: el módulo de descenso, el habitáculo, la unidad de instrumentación y los módulos de sujeción. El cohete con que se lanzaría sería un R7 más un bloque I que formaba en total un cohete de tres fases que acabaría denominándose también Soyuz. Por desgracia Koroliev no vería este proyecto finalizado ya que murió en Enero del 66 dejando como sucesor a Vasiliy Mishin que continuaría el desarrollo de la nave Soyuz y del nuevo cohete N1. Finalmente la Soyuz-1 pilotada por V. M. Komarov fue lanzada el 23 de Abril de 1967 pero acabó en tragedia ya que debido a un fallo en el sistema de aterrizaje el cosmonauta falleció.

Aquí podemos ver un modelo de la Soyuz. Desgraciadamente no nos fue posible echar un vistazo a su interior a través de esa escalinata que se ve
Con el trágico suceso del Soyuz-1 se volvió a los vuelos no tripulados y las Cosmos-186 y 188 fueron las primeras naves no tripuladas en unirse en el espacio lo que sucedió el 30 de Octubre de 1967. Hasta casi un año después de continuas pruebas no se decidió mandar otra vez vuelos tripulados y fue en el Soyuz-3 que despegó el 26 de Octubre del 68. Las Soyuz-4 y 5 que fueron lanzadas el 15 de Enero del 69 y que iban tripuladas por 1 y 3 cosmonautas respectivamente se acoplaron con éxito en el espacio creando la primera estación espacial experimental de 12.9 toneladas. Dos cosmonautas enfundados en trajes espaciales pasaron de una nave a otra. En Junio del 70 Nikolaiev y Sevastianov permanecieron un total de 17.7 días volando en torno a la Tierra en el Soyuz-9.
En 1965 se designó que una modificación de la Soyuz sería la que volaría alrededor de la Luna. El vehículo de lanzamiento sería el Proton, un cohete de hasta cuatro fases. Así pues, entre el 68 y el 70 las naves espaciales no tripuladas denominadas Zond con los números del 5 al 8 volaron alrededor de la Luna. La Zond-5 tomó fotografías de la Luna y cayó en el océano Índico. Se llegó a crear una misión tripulada por dos cosmonautas que sobrevolaran la Luna pero esta no llegó a realizarse; dicha nave espacial se denominaba 7K-L1.
Los encargados de desarrollar el nuevo cohete espacial N1 antes de que acabara la década de los 60 y así poder continuar la competición con los americanos con alguna garantía de éxito, ya que este potente cohete era necesario para llevar al hombre a la Luna, realizaron el primer lanzamiento el 21 de Febrero de 1969. Desgraciadamente un fallo hizo que se apagaran los motores cuando solo llevaba 69 segundos en el aire. El N1 llevaba una carga útil de nada menos que 70 toneladas. Pero la segunda oportunidad no fue mejor ya que el cohete a los pocos instantes de despegar se precipitó sobre la plataforma de lanzamiento. Llegó el momento de comprobar cuales eran las causas de tantos fallos y con ello se escurrió la última oportunidad soviética de vencer en la carrera a la Luna. Los americanos acabaron llegando a la Luna en el Apolo-11, el 24 de Julio del 69 y los soviéticos, de momento, habían perdido una única carrera pero para el mundo resultó ser la más importante. A pesar de ello el programa relativo a la Luna continuó hasta que los americanos finalizaron el programa Apolo con el Apolo-17 en Diciembre del 72. Se realizó una modificación del cohete N1que tuvo dos oportunidades de ser probado pero tampoco finalizaron bien así que su destino estaba marcado al olvido y se dejó en la cuneta todo el programa; que ya incluía vehículos de descenso lunares en los que los cosmonautas llegaran a la superficie lunar.
Durante los años posteriores se desarrollo el nuevo cohete que se iba a denominar Protón, que se perfeccionó y se denominó DM. Acabaría realizando alrededor de 130 misiones entre 1974 y 1993 lanzando al espacio naves de la misión Cosmos, Venera, Raduga, Ekran, Gorizont, Vega, Fobos, etc.
A finales de 1969 se consideraba como una rama de investigación independiente la creación de una estación orbital. El volumen del primer módulo habitación de la estación era de 90m3. Así pues, el 19 de Abril de 1971 el primer módulo de la estación espacial denominada Salyut fue puesto en órbita por un Protón de 3 fases. El primer intento de trasladar tripulantes a la estación fue un fracaso ya que la Soyuz-10, encargada de esa tarea tuvo un mal acoplo con la estación. Hasta el 8 de Junio del 71 no entrarían los primeros cosmonautas en la Salyut, se trató de G. T. Dobrovolsky, V. N. Volkov y V. I. Patsaev que llegando con la Soyuz-11 trabajaron en gran cantidad de experimentos durante 22 días antes de regresar. Sin embargo los problemas no se habían alejado de la cosmonáutica soviética ya que en la reentrada una prematura abertura de la válvula del sistema de ventilación pirotécnica resultó tener graves consecuencias por que se perdieron las vidas de los tres cosmonautas.

Modelo gemelo de la estación espacial Salyut. El muelle de amarre para las Soyuz es el lado derecho de la fotografía

Podemos observar en el panel de mandos de la Salyut la antigüedad del mismo y la parquedad de aparatos que contenía. La verdad es que era todo un logro que unas cuantas personas pudieran vivir unos periodos considerables de tiempo en esas condiciones. La siguiente imagen nos muestra hasta que punto es verdad esto puesto que se puede ver el escueto cuarto de baño de que disponía la estación espacial

La Salyut permaneció en una órbita cercana a la Tierra durante seis meses, hasta Noviembre del 71. En Mayo de 1973 se puso en órbita la siguiente estación que se denominó Cosmos-557. Debido a una anormal operación del sistema de orientación iónico, la deriva del medio de trabajo del sistema excedió los valores de diseño. La corrección fue imposible y en 12 días dejó de operar. La siguiente estación denominada Salyut-4 fue lanzada el 26 de Diciembre del 74 y se mantuvo en órbita hasta el 3 de Febrero del 77. Dos expediciones de 28 y 63 días trabajaron en esta estación. El desarrollo de muchos experimentos y la elevada durabilidad de la estación en el espacio aportaron muchos datos para los futuros desarrollos por parte de la KB Salyut que era la rama encargada de desarrollar este proyecto. En 1973 ya habían comenzado a desarrollar una nueva generación de estaciones espaciales; querían que aumentara el tiempo de existencia de la estación y añadir un amarre más.

Aquí podemos ver el acoplamiento entre dos Soyuz. En este caso se trata de las dos naves no tripuladas que realizaron esta operación por primera vez en la historia, las Cosmos-186 y 188. Vemos que ambas están unidas mediante sus partes superiores

Aquí podemos ver un esquema de la Salyut y su interior así como el anclaje de un Soyuz a la misma. La nave Soyuz es la situada a la izquierda. Podemos destacar los paneles solares abiertos tanto en la estación orbital como en la nave Soyuz ya que en el museo, como se observa en sus respectivas fotografías, no estaban desplegados
En Mayo de 1974 Energía cambió de jefe, hasta 1989 sería dirigida por Valentín Glushko. Al comienzo de esta etapa tuvo lugar un hecho histórico con el acercamiento en materia espacial de las dos superpotencias. En Julio de 1975 la Soyuz-19 y una Apolo americana se unieron en órbita alrededor de la Tierra y los cosmonautas Leonov y Kubashov intercambiaron insignias y estrecharon las manos de los astronautas americanos Stafford, Brand y Slayton. Realizaron una serie de experimentos conjuntos antes de regresar a tierra. La misión fue un éxito.

La imagen del acoplamiento Soyuz-Apolo era prácticamente de lo último que podíamos encontrar en la nave del Museo del Cosmos y era verdaderamente grandiosa. Aquí se puede ver en detalle una reconstrucción del Apolo y en la siguiente imagen se ve como este está acoplado al Soyuz-19. Podemos apreciar justo debajo del Apolo la cápsula de reentrada del Voskhod-1 que es en la que se nos permitió entrar, como se ve conserva el paracaídas usado para frenar su caída a tierra

En 1976 se encomendó a Energía desarrollar un cohete y sistema espacial reutilizable debido a que los Estados Unidos habían desarrollado el transporte U. S. Space Shuttle. La característica de este vehículo conocido por todos como trasbordador espacial es que tras ser lanzado y desempeñar su función en el espacio, en órbita terrestre, regresaba a tierra aterrizando como un avión corriente y podía volverse a usar. Para ello era necesario un potente cohete que lo pusiera en órbita ya que el trasbordador es bastante pesado. Los soviéticos necesitaban un vehículo similar para mantener la paridad entre ambos países en el ámbito militar y el de la exploración espacial ya que se trataba de un vehículo enormemente polivalente. Este programa soviético avanzaría sin prisas así que lo retomaremos más adelante.
Mientras tanto los soviéticos seguían estudiando la durabilidad y enormes posibilidades de las estaciones espaciales orbitando en torno a nuestro planeta. Así pues el 29 de Septiembre del 77 fue lanzada la estación Salyut-6. Esta estación pertenecía a la segunda generación ya que contaba con dos muelles de atraque. El 11 de Diciembre fue lanzada la Soyuz-26 que transportaba la primera tripulación para la estación. Estos dos primeros cosmonautas estuvieron allí hasta que el 3 de Marzo de 1978 la abandonaron en la Soyuz-28. Hasta 1981 un total de 16 tripulantes pasarían por la Salyut-6 y realizarían en ella una importantísima labor durante 676 días en total. En ese tiempo es digno de mención que al ir evolucionando las cosas aquí en la Tierra los rusos desarrollaron la Soyuz T que portaba nuevos aparatos que faltaban en la estación así que al anclarse en esta quedó durante 100 días allí aportando un sistema de radio comunicación, un control de altitud, un control de movimiento y un complejo ordenador. La Soyuz T que fue lanzada el 16 de Diciembre del 79 fue sustituida por la Soyuz T-2 que llevaba una nueva tripulación a la estación el 6 de Junio de 1980. Los trabajos realizados en la Salyut-6 que comprendían temas como la astrofísica y geofísica, la estructura de las sustancias y la acción de un periodo largo de tiempo de vuelo en el espacio para el cuerpo humano, aprovechamiento de los recursos naturales, producción de nuevos materiales y preparados biológicos altamente efectivos.
La Salyut-6 fue sustituida por la 7 que fue puesta en órbita el 19 de Abril de 1982. La Soyuz T-5 le llevó sus primeros tripulantes el 13 de Mayo. El vuelo de esta estación en modo tripulado llegó a los 800 días en los que se continuó la experimentación llevada a cabo en su predecesora. En Octubre de 1984, con el transporte logístico Cosmos-1686 amarrado a la estación, se cambió su órbita a 480km. para realizar la prueba de durabilidad del equipamiento de la estación en modo automático. Desgraciadamente a principios de 1985 hubo un fallo en el sistema de abastecimiento de energía y la orientación de la estación vario por lo que no recibía las ordenes del Centro de Control. Afortunadamente no se perdió la estación y su trabajo, ya que la Soyuz T-13 se unió de forma manual a la estación en Junio del 85 y los cosmonautas de la nave consiguieron que esta volviese a estar operativa reorientándola y arreglándola. Así pues, la Salyut-7 con el Cosmos-1686 continuó operativa hasta el 7 de Febrero del 91.
La gran experiencia adquirida con las Salyut-6 y 7 sería muy importante para la obtención del éxito en la siguiente gran empresa que se marcaron; la construcción de la estación Mir. La Mir era una estación de nueva generación formada por un módulo central que contenía seis puertos de atraque en los que se incorporarían más módulos así como las Soyuz que le llevarían material y tripulantes. El 20 de Febrero de 1986 se lanzó el núcleo de la estación y el 15 de Marzo la Soyuz T-15 le llevó la primera tripulación. Antes de descender a Tierra los tripulantes del Soyuz T-15 realizaron una estancia de 25 días en la Salyut-7 de la que recuperaron material útil para colocar en la Mir. Transportaron alrededor de 400kg. de material científico de una estación a otra. Después se unió a la Mir una nueva Soyuz denominada TM con nuevos sistemas de comunicación y mejoras mediante un proceso automático ya que el vuelo no era tripulado; esto sucedió el 21 de Mayo.
El 6 de Febrero del 87 llegó la segunda tripulación de la Mir en el Soyuz TM-2 para recibir el 31 de Marzo el primer módulo científico de la estación llamado Kvan y que estaba dedicado a la astrofísica.
Antes de que finalizara la dirección de Valentín Glushko tuvo lugar la primera prueba del cohete Energía con “Skif-DM” el 15 de Mayo del 87. El trasbordador Buran había sido desarrollado en paralelo al cohete. El trasbordador fue probado en condiciones de vuelo por medio del uso de un prototipo. Se le acabó incorporando unos motores adicionales para realizar la prueba y el 10 de Noviembre de 1985 realizó el primer vuelo sobre el pueblo de Zhukovsky. Los sistemas del trasbordador fueron desarrollados para modo automático ya que el primer vuelo orbital del Buran no sería tripulado. El 15 de Noviembre de 1988 el Energía-Buran comenzó su primer vuelo. Tras realizar dos giros en torno a la Tierra aterrizó en modo automático. El vuelo tuvo una duración de 205 minutos. A partir de ahí, la verdad es que no se que ocurrió con el trasbordador soviético y su programa de desarrollo.

Aquí vemos una serie de maquetas de diferentes tipos de cohetes. El más grande de ellos es el impresionante Energía portando el trasbordador Buran que como puede verse es exactamente igual a los trasbordadores americanos
A partir de 1989 el director de Energía fue Yuri Semenov. Durante el comienzo de su mandato en la empresa, todavía estatal por aquellos años, se produjo la unión de dos nuevos módulos a la Mir, el Kvant-2 en Diciembre del 89 y el módulo tecnológico Kristall a finales de Mayo del 90. La estación Mir que fue creada para permanecer en órbita un determinado tiempo vio su vida prolongada enormemente batiendo con ello todos los records para acabar cayendo a la atmósfera, hace unos años, en diversos trozos de considerable tamaño que algunos de ellos se volatilizaron y otros llegaron a la superficie. Con la cooperación internacional llegaron a la Mir dotaciones de diferentes nacionalidades. En esa época la Unión Soviética había caído y Energía era ya una empresa que debía de obtener dinero para subsistir. Por ello se puso hincapié en desarrollar el cohete Energía-M, una nueva generación, para usarlo poniendo en órbita cargas útiles de diferentes masas. Así pues había distintas categorías del cohete que permitían poner en órbita masas entre las 5 toneladas y las 200.
El nuevo sistema de lanzamientos con diferentes modelos de cohetes permitió a la empresa y a Rusia sanear su economía al optar como vehículo de lanzamiento, en una posición ventajosa, al mercado internacional de los satélites comerciales. Además también optó por recibir una financiación un tanto extraña y polémica para sus asociados de la NASA y la ESA. Decidieron ofertar viajes al espacio a un precio desorbitado para gente rica, cosa que realizaron un par de veces.
A partir de Julio de 1994 fue cuando la empresa recibió su actual nombre S. P. Koroliev Corporación Espacial Energía.
Una vez la estación Mir pasó a la historia la comunidad internacional pensó en sustituirla por una nueva y más grande estación que se llamó Estación Espacial Internacional Alfa. Esta estación ya lleva un tiempo operativa pero la reciente catástrofe del trasbordador americano Columbia a hecho que los vuelos americanos se anulen hasta que se esclarezcan los hechos y solo se dispone de las naves Soyuz rusas para abastecer a la estación.

Aquí podemos ver la maqueta de la Mir que encontramos en el Museo de Cosmos. La nave del museo se quedaba pequeña para que entrara en ella una reconstrucción a tamaño real así que nos tuvimos que conformar con esta maqueta. Lo que hay en la pared justo a la derecha es un panel solar de los utilizados en los satélites, era una última curiosidad antes de abandonar el recinto.
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