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Numerosos astrónomos profesionales y aficionados de todo el mundo están lanzando un
mensaje al público y autoridades sobre la polución lumínica como otra forma de
degradación del medio ambiente. La excesiva y mal aprovechada luz que ilumina muchos de
nuestros pueblos y ciudades provoca un resplandor, causado por su reflexión y difusión
en los gases y partículas del aire, que hace que se desvanezcan las estrellas y hayamos perdido
la noche.
Campañas como "Contempla las estrellas" en 270 ciudades de Japón o el
"Proyecto Orión" en el Distrito Federal de Washington, son un intento de concienciar
al público para que defienda el derecho a contemplar el cielo. En Aragón, todas
agrupaciones astronómicas hemos recogido firmas para llevar una propuesta referida al control
de la contaminación lumínica, que sea contemplada en la Ley de Ordenación del
Medio Ambiente.
Nuestro Grupo, como contribución a estas iniciativas, realizó el invierno pasado unas
mediciones del nivel de luz en el barrio zaragozano de Las Fuentes, cuyos resultados exponemos en este
apartado del Boletín. Es un trabajo que puede repetirse en otros barrios, ciudades o
poblaciones, donde asociaciones, centros escolares u otros colectivos pueden ver el nivel de la
polución luminosa de su zona para denunciar las áreas iluminadas incorrectamente con
diseños inadecuados del alumbrado, potenciar el ahorro energético, luchar por un cielo
más oscuro, y aprender astronomía. La Asociación Internacional Cielo-Oscuro
calcula que sólo Estados Unidos derrocha dos mil millones de dólares al año en
la inútil iluminación nocturna.
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Metodología |
Siguiendo el programa del Club de Astronomía de Virginia del Norte, que asociado con el
periódico Washington Post realizó en 1995 el "Proyecto Orion"
(ver Sky & Telescope Junio 1996 ), se eligió para realizar las medidas, un periodo de
12 días alrededor de la Luna Nueva (9 antes y 3 después) entre los meses de Enero y
Marzo y se contó el número de estrellas que se pueden apreciar a simple vista en una
región del cielo donde destaca una constelación fácilmente reconocible, en este
caso Orión, visible durante los meses de invierno en que anochece temprano y situada en su
culminación (paso por el meridiano del lugar) a una altura media del horizonte. En el mapa
estelar de la constelación de Orion (Fig.1), se han representado 58 estrellas desde la magnitud
0, 3 (máximo brillo) a la 6 (mínima magnitud que puede apreciar el ojo). La nebulosa de
Orion se ha señalado como una estrella porque aparece de esa forma al ojo sin ayuda de aparatos,
en un cielo lumínicamente polucionado.
El recuento se hace desde distintos puntos del área elegida, de manera que al final se pueda
disponer de datos suficientes para elaborar un mapa de "isofotas" que nos permita ver las
partes más o menos iluminadas, al igual que en un mapa topográfico las curvas de nivel
nos muestran las zonas de mayor o menor relieve.
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Fig. 1- Mapa estelar de la constelación de
Orión. | |
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Nº DE ESTRELLAS |
9 |
11 |
14 |
16 |
20 |
25 |
30 |
33 |
42 |
46 |
58 |
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MAGNITUD LÍMITE |
3.3 |
3.7 |
3.9 |
4.2 |
4.5 |
4.7 |
4.9 |
5.2 |
5.4 |
5.7 |
6.0 |
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Fig. 2- Tabla de equivalencias entre el número de
estrellas dectectadas a simple vista y la mágnitud límite
observada en la región de la constelación de
Orión. |
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Los observadores deberán tener en cuenta unas normas mínimas para obtener resultados
uniformes y reales. En primer lugar el recuento se efectuará después de un periodo de
adaptación de los ojos a la oscuridad de al menos 10 minutos. También se protegerán
los ojos de las luces próximas, y sólo se usarán linternas de luz roja y se
efectuará una visión indirecta, con la vista ligeramente desviada(de reojo) del punto al
que estamos mirando, para localizar las estrellas más débiles. Por último, en los
informes se incluirá la hora, fecha, punto de observación, condiciones especiales del cielo
si las hubiere y el número de estrellas detectadas.
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Para tener unos datos de referencia y poder introducir correcciones a los resultados diarios por causa
de las condiciones atmosféricas variables, todos los días de recuento, se realizará
uno desde un mismo lugar y a la misma hora. Las variaciones positivas o negativas que se aprecien en dicho
punto de referencia podrán extrapolarse al resto de observaciones del mismo día.
Decir, para terminar, que en la tabla de equivalencias entre el n° de estrellas que se aprecian a
simple vista y la magnitud límite observada (Fig. 2), se han diferenciado 11 niveles de
contaminación que van desde los puentes, calles o plazas muy iluminados (magnitud límite
3,6), hasta las zonas que carecen de luz y están muy alejadas de las ciudades
(magnitud límite observada 6).
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Resultados |
Los resultados de la medición del número de estrellas visibles en diferentes puntos de los
barrios de Las Fuentes, Montemolín y parte de S. José, una vez tenidas en cuenta las
correspondientes correcciones, se han llevado sobre un mapa de la zona y se han tratado
matemáticamente como si fuese una matriz. Programas como el Matlab, pueden transformar los datos
numéricos en curvas que unen los puntos con valores de igual intensidad luminosa o
"isofotas" (Fig. 3). Si se superponen mapa y curvas obtenemos el equivalente a un mapa
topográfico pero con los niveles de contaminación lumínica de las distintas zonas .
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Fig. 3- Mapa de isofotas en el que se aprecian las zonas
de mayor y menor iluminación. | |
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Fig. 4- Plano de los Bº de Las Fuentes, Montemolín y parte de San José. |
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Los lugares donde la contaminación es máxima son el área del puente de Las
Fuentes junto al río Ebro, los aparcamientos de TUZSA y FOCSA en la carretera de
Castellón, el entorno del pabellón Príncipe Felipe, el cruce de S. José
con Cesáreo Alierta y la calle S. Adrián de Sasabe.
En todos los casos podría justificarse la excesiva iluminación si con ello se
intentara evitar accidentes o mejorar la seguridad ciudadana, pero lo que se critica no es
sólo la presencia de más luz en esas zonas sino el uso de luminarias(farolas)
inadecuadas, cuyo mal apantallamiento hace que en la mayoría de los casos la luz se malgaste
y sea enviada de forma directa al cielo (aproximadamente de un 30% a un 50%), en vez de usarse para
iluminar el suelo. Esto supone, además de la contaminación, un derroche
energético y de dinero de difícil justificación sobre todo si el que paga es el
Ayuntamiento.
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Fig. 5- Otro diagrama, en este caso tridimensional, donde pueden
verse los distintos niveles de luz (vertical) en la superficie
estudiada (horizontal). | |
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... las generaciones futuras tienen derecho a una Tierra indemne y no contaminada , incluyendo el derecho a un cielo puro".
Declaración de los Derechos del Hombre de las Generaciones Futuras. (UNESCO)
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Este trabajo ha sido realizado por los siguientes miembros del Grupo Astronómico Silos:
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Ana Margarita Rodríguez
Julián Manzano
Antonio Ruiz
Manuel Lou
David Delgado
Marta Dueñas
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David González
Raúl Garrido
Ivan Gimeno
Sara Moreno
Miguel Angel Crespo
Javier Sánchez
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