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¿ Estamos solos ?

David Pérez


© Grupo Astronómico Silos, 2004


Uno de los frentes de batalla más apasionantes que ha iniciado la ciencia los últimos años es la búsqueda de vida extraterrestre. Dentro de nuestra galaxia hay 10.000 millones de estrellas. Los telescopios de última generación están apuntando a muchas de esas estrellas, las más cercanas, y descubriendo planetas orbitando a su alrededor. Si bien todos los encontrados hasta ahora (más de cien) son planetas gigantes como Júpiter, son una prueba esencial de que nuestro Sistema Solar no es producto de un capricho divino. Podemos suponer ya que existen ahí fuera múltiples y variados sistemas planetarios, y no sería descabellado pensar que hubiera vida en alguno de ellos, y porqué no, vida inteligente. Todo este razonamiento, que nos ha llevado a pensar en la existencia de civilizaciones extraterrestres inteligentes, es sólo eso, una suposición. Nada nos inclina a pensar que no sea así, pero falta mucho por andar. Acabamos de empezar a buscar. A diferencia de otras corrientes como la ufología, la ciencia se basa en el razonamiento, no especula, pero es imparable porque se apoya en ella misma para avanzar y lograr metas. Para esta causa ha comprometido a múltiples especialistas: químicos, astrónomos, astrofísicos, geólogos, biólogos, cosmólogos... y los ha integrado en una nueva rama, la Astrobiología. Para responder a la pregunta de ¿estamos solos?, la astrobiología estudia varios frentes. El primero de ellos, esencial, es descifrar cómo se origina la vida, qué condiciones y parámetros son los adecuados para que esta surja y evolucione. Y el único lugar donde, de momento, se puede estudiar el fenómeno de la vida es en la Tierra.


El origen de la vida en la Tierra


A la dcha: agua_puente_hidrogeno: enlace molecular de puente de hidrógeno.
A la izq.: estructura_hielo: las moléculas de agua se reordenan para formar el cristal de hielo.

Se tiene la certeza de que la vida apareció en la Tierra hace 4.000 millones de años, cuando esta era muy joven, y geológicamente muy activa y caliente. La atmósfera de aquel entonces era rica en CO2 , nitrógeno, y no tenía oxígeno. Los geólogos, especialistas en extraer muchísima información de las piedras, tienen grandes dificultades para profundizar en el estudio de aquella época, porque no hay piedras en la corteza terrestre que hayan sobrevivido para contarlo. Este es un planeta geológicamente vivo, que ha cambiado la piel y borrado cualquier pista de su pasado, de sus primeros 3.000 millones de años. Las rocas más antiguas que se pueden encontrar sólo tienen 1.500 millones de años.
Pero, ¿cómo calculan los geólogos la edad de una piedra?. Pues a través de unos isótopos radiactivos que contienen muchos minerales. Con el paso de los años estos isótopos se van descomponiendo, y la piedra emite cada vez menos radiactividad (siempre en unas cantidades ridículas). En este momento se están formando, por ejemplo, rocas nuevas en coladas volcánicas de Islandia, en las dorsales oceánicas, y en los deltas de los ríos, donde los compuestos se descomponen y se enlazan de nuevo formando otros minerales.

Nebulosa Orión: En las nebulosas, donde nacen las estrellas, se ha detectado la presencia de hielo amorfo y de química orgánica disuelta en él.

Para explicar qué le sucedió a nuestro planeta en su juventud hay que preguntar a los especialistas en el Sistema solar. Cuando se formó el Sistema Solar, hace 4.500 millones de años, un 99% de la materia se acumuló en el centro formando el Sol, y el 1% restante se quedó suspendido orbitando alrededor de él. Esos minúsculos restos se fueron agrupando en planetas y otros cuerpos menores. Veámoslo con más detalle: Por un lado, estaban los planetas gaseosos, 4 enormes globos de gas con una composición similar a la del Sol (hidrógeno y helio principalmente). Por otro los 4 planetas rocosos, situados en órbitas cercanas al Sol. Y finalmente, millones de cuerpos menores, los cometas y asteroides. Hay 45.000 asteroides solo entre Marte y Júpiter, en el llamado cinturón de asteroides. Más allá de Neptuno se encuentra la nube de Oort, una amplísima zona por la que vagan millones de cuerpos helados, sobre todo cometas. Bien, pues los primeros cuerpos que se enfriaron y murieron geológicamente fueron los más pequeños, los cometas y asteroides. Sus rocas tienen la edad del Sistema Solar, 4.500 millones de años. La siguiente etapa reseñable fue la del Gran Bombardeo, hace 3.800 millones de años. Grandes asteroides y cometas impactaron la Tierra, impactos muchísimo más violentos que el que hace 65 millones de años provocó la extinción de los dinosaurios. ¿Aquellos cometas que se cruzaron con la Tierra pudieron traer los componentes a partir de los cuales se originó la vida?. Es posible. La sonda Giotto se acercó al cometa Halley, analizó su composición, y uno de los descubrimientos fue que, en relación a compuestos químicos, los seres vivos y los cometas coincidimos en un 98%. Pero entonces, si sumamos la cantidad de carbono y de agua que hay en la Tierra, y suponemos que son de procedencia cometaria, ¡debió haber miles de impactos de cometas en aquella etapa primordial!
¿Y cómo se origina la vida?. Eso no lo sabemos todavía, aunque sí hay un acuerdo generalizado en pensar que surge a partir de 3 ingredientes: carbono, una fuente de energía, y agua.

Carbono
No hay otro elemento de la tabla periódica que tenga tanta facilidad para montar largas cadenas de moléculas, y tan variadas. Las millones de especies que pueblan y han poblado la Tierra se basan TODAS en la química del carbono.
Fuente de energía
Allí donde se forma vida, debe haber una fuente de energía generosa que la sustente y alimente. Esta puede proceder de la radiación de un cuerpo lejano como el Sol, o del calor emitido internamente por un planeta.
Agua
Muchas de las excepcionales propiedades del agua le hacen un compuesto único en el Universo, e imprescindible para la vida. Recordemos que somos un 80% agua. Veamos algunas de sus características:

  • El enlace: Los átomos de hidrógeno están unidos al átomo de oxígeno mediante un enlace covalente, es decir, comparten sus electrones (hasta aquí nada nuevo). Pero sucede que el oxígeno atrae con más intensidad a los electrones que el hidrógeno, y hace que la distribución de carga sea asimétrica, le da polaridad a la molécula. Esa polaridad permite un enlace entre moléculas, llamado puente de hidrógeno. Es un enlace muy débil. En estado líquido, estos puentes están en constante recombinación, se rompen y se vuelven a formar, dándole esa estructura de fluido estable y esa facilidad para disolver otras moléculas (incluso orgánicas). Si no fuera por esa polaridad, el agua sería un gas muy difícil de licuar y no disolvería nada.
  • El hielo amorfo: En estado sólido, sin embargo, su estructura intermolecular es cristalina y ordenada. Eso es así salvo en el caso del hielo amorfo, donde el agua ha sufrido un enfriado tan brusco que no le ha dado tiempo a las moléculas a recombinarse.
  • Cometa: Los cometas pueden ser los portadores de la semilla de la vida

    Bien, pues en las nubes de gas y polvo, donde luego nacen estrellas, se han detectado más de 100 com-puestos orgánicos basados en el carbono y el nitrógeno, y también agua. Agua en forma de hielo amorfo (dadas las bajísimas temperaturas) que no le dio tiempo a redistribuir su moléculas y contiene por tanto esas moléculas orgánicas en su interior, 'disueltas' en el hielo. ¿Y qué son los cometas?. Pues son grandes masas de hielo amorfo, hielo amorfo con frágiles moléculas orgánicas conviviendo entre las moléculas de agua, protegidas así del hostil ambiente exterior. Algunos de esos cometas impactaron con la Tierra. El hielo amorfo que sobrevivió al impacto se fue derritiendo poco a poco, pasando por la fase de hielo cristalizado, el ordinario (entre -70°C y 0°C), y en la que los compuestos orgánicos fueron delicadamente expulsados (el hielo cristalino no es disolvente). De esa forma, algunas moléculas orgánicas sobrevivieron al viaje y al impacto con el planeta, y se encontraron de pronto en un medio que quizás no les era demasiado hostil. Por tanto, repito, es posible que la semilla de la vida la trajeran los cometas.


    Búsqueda de vida en el Sistema Solar

    Un paso trascendental para confirmar esta teoría sería encontrar restos de vida primitiva fuera de la Tierra. Aquellos cometas que trajeron tanta riqueza a la Tierra también impactaron en otros planetas, en Marte, Venus, etc. Así que un frente de investigación muy importante es buscar una prueba, aunque sea en forma fósil, de vida en otros puntos del Sistema Solar.
    Los astrobiólogos han repasado los cuerpos del Sistema Solar y han hecho sus cálculos. Aparte de en la Tierra, ¿dónde se cumplen las 3 condiciones para la formación de vida?.

    Europa: Europa podría esconder un océano de agua líquida en su interior.

    Mercurio
    Los astrobiólogos descartan cualquier posibilidad de haber vida.
    Los gigantes gaseosos
    Están formados por elementos que aquí en la Tierra son gases, pero allí hace mucho frío, el Sol está muy muy lejos, y se encuentran en otros estados. Hay carbono y agua en estado sólido, pero falta una fuente de energía.
    Venus
    Venus es muy peculiar. En principio, por su tamaño y su distancia al Sol, sería el candidato n° 1. Pero es un planeta con una atmósfera corrosiva, cubierta permanentemente por densas nubes de ácido sulfúrico, y el efecto invernadero provoca que se alcancen temperaturas superiores a los 500 °C.
    Europa
    Europa es un satélite de Júpiter muy curioso. Aparentemente se trata de una bola de hielo sucio, procedente con casi total seguridad de cometas como los que poblaron la Tierra de la química orgánica. Analizadas las imágenes obtenidas por las Voyager 1 y 2, se aprecian grietas selladas, prueba de que a una profundidad desconocida hay agua líquida. ¿Podría haber vida en ese océano oculto?. En la Antártida, junto a la estación de investigación Vostok y bajo una capa de hielo de varios kilómetros, se encuentra un pequeño mar, aislado completamente de cualquier agente externo desde hace más de 3.000 millones de años. Existe un proyecto internacional, en el que colabora el centro español de Astrobilogía, que consiste en construir un robot que vaya derritiendo el hielo e introduciéndose hasta el fondo, de manera que nunca haya una contaminación exterior de ese ecosistema virgen. Una vez alcanzado el mar, el robot se transformará en hidrobot y buceará, enviando información al exterior. El resultado que se obtenga será fundamental para afrontar un proyecto espacial muy complejo: realizar el mismo experimento en el océano oculto del satélite Europa.

    A la dcha: Lago vostok: el lago Vostok en la Antártida tiene una capa de hielo de 4 km de espesor.
    A la izq.: Atmósfera Titán:Las Voyager sobrevolaron Titán y detectaron su atmósfera.

    Titán
    Se trata de otro satélite muy interesante, esta vez de Saturno. Las sondas Voyager detectaron una atmósfera rica en nitrógeno y moléculas orgánicas como el metano. Los geólogos creen que Titán presenta ahora unas condiciones ambientales similares a las que pudo tener la Tierra hace 3.500 millones de años, cuando surgió la vida. La sonda Galileo llegará a Saturno el año que viene y dejará caer sobre Titán una pequeñita sonda fabricada por la Agencia Espacial Europea, llamada Huygens. Esta enviará durante 35 minutos información sobre la composición de la atmósfera y de la superficie.
    Marte
    Es posiblemente el lugar donde más cerca estamos de encontrar vida, o señales fósiles de ella. Disponemos de piedras marcianas recogidas en la Antártida, meteoritos procedentes de Marte, con una antigüedad de 1.400 millones de años. Se han analizado minúsculas cantidades de agua encontrada, y muestran una concentración de deuterio 5 veces superior al agua terrestre. Sólo se pueden conseguir niveles similares de este isótopo mediante evaporación de grandes extensiones de agua. Al deuterio le cuesta evaporarse y tiende a concentrarse en el residuo. Podría ser una demostración de la hipotética evaporación de grandes masa de agua líquida en Marte. El testimonio de la primitiva existencia de océanos. Y en esos océanos pudo haber vida.


    Vida en otras estrellas

    El otro gran frente de investigación es la búsqueda de planetas fuera del Sistema Solar con características similares al nuestro. Que pueda haber vida orbitando alrededor de otras estrellas podía ser bastante probable, habida cuenta que se han analizado las nubes de gas y polvo de algunas nebulosas, lugar donde nacen las es-trellas, y contienen agua y química orgánica. Un paso más sería encontrar planetas del tamaño de la Tierra y si-tuados en la ecosfera de su estrella, es decir, a una distancia en la que el agua sobre la superficie podría estar en estado líquido
    Por el momento estas 'Tierras' todavía están fuera de nuestro alcance tecnológico. Para hallar planetas de otras estrellas se estudia la estrella en sí, que es la única fuente de información que nos llega. Se estudia su luz. Como os podéis imaginar, son técnicas muy complejas y en las que hay que hilar muy fino, eliminar cualquier tipo de interferencia, etc. Las 2 técnicas más utilizadas son: el método de las velocidades radiales, que estudia el espectro de luz de la estrella, y el método de los tránsitos planetarios, que estudia la variación de luz aparente de la estrella (por efecto del transito por delante del planeta). Una periodicidad de años y una curva de variabilidad muy cuadrada son síntomas de que la variación es producto del tránsito de un planeta.
    En 2007 la NASA tenía previsto lanzar la misión Kepler. Se trata de un telescopio capaz de detectar planetas como la Tierra. Estudiará posibles tránsitos planetarios en 100.000 estrellas. Llevará 42 cámaras CCD y un espejo primario de 1,4 metros de diámetro.

    Iceberg: la menor densidad del hielo permite que bajo los lagos helados haya agua en estado

    Un poco antes, en 2005, la Agencia espacial Europea pondrá en órbita el telescopio Corot. Su misión original consistirá en estudiar cualquier mínima variación de luz de las estrellas (hará prospección de estrellas variables que somos incapaces de detectar desde la Tierra), y donde están incluidos tránsitos planetarios. Cuatro cámaras CCD recogerán toda la información y la enviarán a dos puntos de recepción situados en Natal (Brasil) y Villafranca (España). Se estudiarán unas 60.000 estrellas.


    Teorías y reflexiones finales

    Pero, ¿y si es verdad que estamos solos?. Nunca podremos afirmar tal cosa.
    Vamos a exponer brevemente diversas teorías sobre el origen de la vida en la Tierra:

  • Teológica. Fuimos hechos a imagen y semejanza de un Dios todopoderoso. Este ha sido el argumento más difundido en los dos últimos milenios, y el que más interpretaciones ha suscitado. La ciencia no comparte este razonamiento, que además oculta un cierto egocentrismo frente a las demás especies naturales. Las creencias religiosas en general son una parte de la evolución humana que estamos destinados a superar.
  • Casuística. La vida es algo tan complicado e improbable, que surgió simplemente por casualidad, por accidente, y no se puede haber repetido en ningún otro lugar del Universo.
  • El principio antrópico. Esta es una corriente científica defendida por un porcentaje muy pequeño de científicos (de creencias conservadoras). Para ellos el hombre existe gracias a que la constante gravitacional es exactamente la que es, y la masa del electrón la que es, la masa del protón, la constante de Plank, ... Variando levemente cualquiera de estas constantes no se habrían dado los condicionantes para la vida. Esos valores tan 'bien elegidos' son obra de un Creador.
  • La mayoría de los científicos defienden la teoría emergente. Esta teoría viene a decir que existe un patrón preestablecido, en el que los niveles de organización son cada vez más complejos. La materia ha pasado de agruparse en átomos simples de hidrógeno y helio, durante los primeros tiempos del Universo, a desarrollar una tabla de elementos químicos muy diversos. Ahí encontramos un salto de nivel. Esos elementos se enlazan formando moléculas, y se obtienen entonces propiedades nuevas de la materia. Un nuevo salto. El siguiente salto fue alcanzar el nivel biológico. La evolución de las especies, la interrelación entre ellas, etc. El siguiente se está produciendo ahora en la Tierra. Se trata del salto a un nivel ético-intelectual de la especie humana. Una transición que dura desde que el hombre utiliza la escritura, principal instrumento del saber, y terminará cuando los seres humanos dejemos de ser un caldo caótico y desorganizado, cuando se cristalice esa macromolécula en la que todos formemos parte, sin ideologías enfrentadas, con un sistema óptimo de gestión de los recursos, en la era del bienestar, ... pero todavía pueden pasar muchos cientos de años.

  • Meteorito marciano: Este meteorito, encontrado en la Antártida, procede de Marte.

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